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martes, 28 de julio de 2015

Una reflexión que quiero compartir

Muy buenas queridos seguidores del blog, antes de empezar, me gustaría deciros que esta vez no usaré ese humor tan característico que tengo, ya que os voy a contar un tema, que bajo mi punto de vista requiere de una redacción ante un gran público como sois vosotros.

Para que veáis cómo de importante me parece el tema, os digo que no os hablaré como @drsondeportes, sino como Jesús, sí, esta vez, no seré un blog, sino que seré una persona que quiere llegaros allá donde estéis.

Imaginad que vuestra meta en la vida se encuentra tras una carrera de 100 metros lisos con el viento en contra, sin duda, una carrera bastante fácil de superar, pese al pequeño obstáculo que nos supone el viento, y claro, puede que tardéis más o que tardéis menos, pero acabaréis llegando a cruzar la línea y tendréis infinidad de gente ahí atrás aplaudiendo y gritando vuestro nombre por lo que habéis logrado y claro, por tu mente solo pasarán momentos en los cuales has podido estar mejor o peor, pero que siempre te han servido para alcázar esa meta que ahora te hace tan feliz ¡Y qué menos! ¡Lo lograste! Pero de buenas a primeras te da por mirar a la calle de al lado a ver cómo le ha ido al otro corredor… y madre mía lo que ves… su camino era con curvas… con piedras, obstáculos, charcos y los últimos metros con brasas en el suelo y un cartel que decía “pasar sin zapatos”… Evidentemente alucinas con lo difícil que lo ha tenido, pero claro: ¡Lo logró también! ¡Y seguro que están también aplaudiéndole! ups… pues parece que solo son su familia… ¿Y por qué…? Su camino ha sido muchísimo más duro y ha alcanzado lo mismo que tú… De hecho, hasta lo logró con más mérito…

Este pequeño cuento que os he contado, ha sido una forma algo “creativa” de hacer una introducción ante un tema que prácticamente nadie ve: “los deportes paralímpicos”, y es que hay muchísimas personas que tienen que superar esos obstáculos y curvas, para acabar pisando brasas que no son más que un pequeño mérito e incluso muchas veces, conformarse con una palmadita en la espalda.

Os pongo un ejemplo muy visual. Estoy seguro de que alguna vez habréis ido en bicicleta o chutado una pelota o simplemente haberos metido en el agua para daros un refrescón porque hacía calor; bueno, pues hay gente que tiene tantas ganas de cumplir sus sueños, que por ejemplo en ciclismo, si tienen problemas de equilibrio (porque sí, hay minusvalías que afectan al equilibrio) pedalean con tres ruedas (buscando el equilibrio perfecto según las matemáticas), o si no pueden mover los pies, pedalean con los brazos, y todo esto aguantando miradas de gente que al verlos por las calles piensan que es que no saben ir en bici, u otros que tienen que gastarse un gran dinero en balones con cascabeles e infraestructuras que las ciudades no ponen por si solas NUNCA para que por ejemplo los ciegos puedan jugar al fútbol (con cascabeles en balón y muros en los laterales), al baloncesto (hay una versión con un pitido constante que ayuda a que sepan donde está el aro), a tenis (con relieve en el suelo para que se puedan orientar por la pista)…


Hay infinidad de modificaciones de los deportes preparadas para que estas personas, que bien nacieron o por la razón que fuese ahora pertenecen al grupo de los deportistas paralímpicos, puedan disfrutar de los deportes y de lo que supone el compartir las experiencias que van ligadas a ellos, porque sí, ellos pueden disfrutar igual que tú y que yo, o ¿es que nunca te ha salido un amigo e incluso has compartido una tarde de con tu pareja gracias al deporte?

Y creedme, si ampliamos un poco la vista veremos que no solamente estas personas están menospreciadas en el mundo del deporte (no me seáis hipócritas, porque sabéis que muchos estáis o sabéis de alguien que está ansioso de ver las olimpiadas, pero ni siquiera sabéis cómo son las formas paralímpicas) ya que por ejemplo… ¡A lo directo! Os doy 10 segundos para decirme el grupo titular de vuestro equipo (ESPERA) ¿os ha sobrado tiempo verdad? Bien, ahora decidme el femenino… ¿Ya es más difícil no? Pues no debería…

Para ir terminando, ampliad aún más ese círculo y saliros del deportes… ¿están las ciudades, fábricas, universidades y demás preparadas para gente con movilidad reducida, síndrome de Down, autismo…? No, para nada… pero abre aún más el círculo y dime: ¿debería existir el racismo (Nadie es racista cuando en su cartera hay más colores que en la tuya ¿no?), y la xenofobia, y la homofobia?

Creedme, si después de esto, al menos una sola persona me dice que le he abierto los ojos, habrá valido la pena, porque entre todos, podemos hacer que todos tengamos ese camino liso con un ligero viento en contra y sobre todo, que alcancen igualmente la meta por tener los mismos méritos que los demás.

Si queréis contarme alguna historia o conocer los tipos de deportes paralímpicos que hay, no dudéis en contactarme en twitter en la cuenta @drsondeportes.


Gracias por leerme, y hagan un mundo más feliz.



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