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jueves, 18 de febrero de 2016

Y el espectáculo se volvió deportes

Bienvenidos una vez más al blog:  "Son deportes", sí, soy yo, Jesús, y por supuesto que hoy os traigo un nuevo deporte poco conocido… o no… Más bien lo de hoy es un especial en el que os quiero comentar una forma de practicar los deportes, y síííííí, no preocupéis, hablaré de algunos que tengan que ver con esta forma, de hecho… creo que sería idóneo hablar del Hockem, del Slackline y del Xpogo. ¿Qué tienen en común estos tres deportes a parte de tener nombres extranjeros y sobre todo, raros? Muy simple, en los tres se gana haciendo… el mejor… ¡Freestyle!

En esta forma de hacer deporte, muestras ante un público, y por supuesto ante un jurado, tus habilidades en dominio de una serie de ejercicios; y sí, se podría decir, por ejemplo, que la gimnasia rítmica (entre otros deportes conocidos) es parte del mundo del freestyle, ya que tiene música, una tabla de valoración para los ejercicios y jueces que te dan una puntuación… Pues bien, yo hoy os traigo tres deportes que se fundamentan en dejarnos con la boca abierta ante las habilidades de los deportistas, algo así como si hubieseis visto a vuestro ídolo como su madre lo trajo al mundo.

El primero, como bien dije antes se llama Hockern... vaya palabrita más mona os he traído ¿verdad? bien, pues por si nos sabéis alemán, significa “sentarse” y es que este deporte se basa en que tienes que sentarte… sí… como lo lees. La clave está en que los deportistas llevan una especie de diábolo superligero y ultrarresistente que usan para hacer malabares o incluso los trucos propios del skate y para puntuar, tienen que acabar con el culito (dicho muy finamente) puesto sobre una de las caras del diábolo y la otra apoyada en el suelo, y aunque parezca algo simple y no muy vistoso por cómo lo estoy contando, créeme que si os gusta el skate y el parkour, este deporte es lo que estabais buscando. Otra cosa que tengo que destacar es que los diábolos que se usan son siempre decorados de formas muy creativas, hasta el punto de que en paralelo con las competiciones de freestyle, están otras al diseño más logrado o más original.

El segundo deporte del que os quiero hablar, se llama Slackline, que si no sois del mundo del inglés, pues literalmente lo podemos traducir por “cuerda floja” (hoy estáis aprendiendo idiomas conmigo eee) bueno, como iba diciendo, se puede traducir por cuerda floja, ya que su modalidad más famosa es la de colgarse de una cuerda desde un punto a otro a gran altura y que un equilibrista pase con la única ayuda de la barra estabilizadora (Sí... no es por decoración, la llevan para mantener de forma más fácil su centro de gravedad sobre la cuerda); pero bueno, que me voy del tema, lo que realmente nos interesa es su forma menos conocida que se basa en el freestyle (ya que si no fuese así, pues no la pondría) en la cual, la cuerda se pone a una distancia de más o menos un metro y con tan solo 5 centímetros de ancho los deportistas se disponen a realizar trucos, a cual más creativo, más innovador, alucinante y, por qué no, también peligroso, ya que si hacer una voltereta hacia atrás es peligroso, imaginad cómo debe ser hacer dos, o más si eres capaz, a un metro de altura, sobre una cuerda tensa que no es ni la mitad de ancha que tu zapato… Sin duda alguna, ver la copa del mundo de esta modalidad es al mismo tiempo alucinante y, honestamente hablando, también logra ponerte los cascabeles en la garganta, para finalizar el ejercicio, basta con que te bajes de la cuerda, pero claro, el cómo te bajas también puntúa. Pero tranquilos, hay otras modalidades mucho más actas para cardíacos, como por ejemplo, hacer yoga sobre la cuerda floja, que por lo visto es muy buena para aquellas personas que necesitan mejorar su postura en cuanto a temas de centro de gravedad. El único pero que le veo a este peculiar deporte, es que el reglamente no obliga a poner una colchoneta o malla protectora debajo de los acróbatas…

Y por último, pero no por ello menos importante, os traigo el Xpogo, que bueno, estoy seguro que si os digo una especie de tubo con manillar y pedales, que tenía un muelle debajo para saltar, automáticamente todos sabéis de qué juguete hablo ¿no? Bien, pues no es solamente un juguete… Con materiales del estilo: fibra de carbono, cámaras de aire y una gran habilidad, tenemos un deporte basado en hacer trucos mientras vas saltando cual canguro, salvo que con un resorte que es capaz de lanzarte hasta tres metros sobre el cielo, digo sobre el suelo, como se nota que fue hace nada San Valentín… Mirando más de lleno este deporte, os digo que recuerda mucho a las acrobacias de las motocicletas, ya que los deportistas, por término general, lo que hacen es en mitad del salto es soltar el xpogo, girar, hacer “El Superman”, cruzar las piernas… cualquier cosa que os imaginéis. Ahora eso sí, os pido por favor, que si lo vais a practicar sea con un casco y la protección adecuada que utilizaríais en el skate, ya que una caída desde tres metros sobre cemento no es plato de gusto para nadie.

Y nada más familia, muchas gracias por leerme, y ya sabéis, en la cuenta de Twitter @drsondeportes me podréis encontrar para preguntarme cualquier duda que tengáis y yo tan pronto cómo me sea posible os la responderé.


Adióoooooooooooooooooos.








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