

Para
hacerla más apetecible, limamos la red de voleibol hasta ponerla a solamente un
metro con cincuenta y dos cm ¡nada de 2,44, tenemos el colesterol muy alto, y los excesos no son buenos! y colocamos en el campo dos
semicírculos en la red y otro para rellenar la mezcla en el centro ¿Para qué?
para realizar el saque, pero claro, tenemos que saber con qué se juega, vamos a
ello.
Para
darle ese toque asiático que tanto os va a gusta, necesitáis un poco de “ratán”
¡No! ¡Rata no! ¡Dije ratán! ¿Y qué es (te estarás preguntando supongo)?, pues una
especie de caña con la cual se hace el balón para que así sea mucho más
manejable y te permita disfrutar más del partido. Y ahora sí, vamos con el
saque, primero esto se sirve colocando a un jugador en uno de los semicírculos
próximos a la red con el balón, el cual se lo debe pasar a un compañero que con
un pie sí o sí en el círculo central debe mandar, con el otro, el balón a los
rivales con un solo toque… ¿Y por qué resalto eso? Porque tras el saque los
jugadores pueden repetir hasta dos veces para dar al balón y un máximo de tres
toques todo el equipo.
Y
pensarás… Pues a mí esa receta no me termina de atraer, prefiero lo de siempre
¡JÁ! ¡El postre siempre se deja para el final porque es lo mejor y eso he hecho
yo! Y es que a nivel profesional este deporte se práctica… ¡A base de
volteretas en el aire para darle al ratán de chilena o de tijereta! ¡Creedme,
si veis un partido alucinaréis en colores!


Sean felices y disfruten del vídeo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario