Es un deporte radical, también conocido como Body Blading, que consiste en “deslizarse” libremente por colinas y laderas vistiendo protecciones plásticas o en fibra de carbono. El diseño de estas protecciones es totalmente aerodinámico, para beneficiar la velocidad del deportista. En verdad un deporte extremo.
Inspirado por la creación de los “roller blades” o patines en línea, un joven estudiante de diseño industrial llamado Jean Yves Blondeau diseñó en 1995 una coraza tipo Robocop, cubierta de ruedas en los brazos, codos, piernas, pies, rodillas, pecho y espalda, con el único fin de aprobar su trabajo final en la Escuela de Diseño en París (me da que lo aprobó).
No contento con su novedoso diseño, al que bautizó como “buggy rollin”, lo perfeccionó durante algunos meses y con mucha valentía decidió lanzarse en una pista, cuesta abajo, para sentir la adrenalina indescriptible de alcanzar velocidades entre 60 y 70 kilómetros por hora en este deporte extremo.